La uveítis es un término general que se utiliza para un inflamación de la úvea, este es un tejido que se encuentra dentro del ojo y lo dividimos en tres partes: Iris, Cuerpo ciliar y Coroides.
Dependiendo de la zona a la que se afecta clasificamos a la uveítis como: Anterior (afección de la cornea, iris y cristalino), intermedia (afecta la pars plana) y posterior (afecta retina y coroides).
Los síntomas generales de una uveítis son: ojo rojo, dolor, disminución de visión y fotofobia, estos pueden variar dependiendo de la localización de la uveítis y su causa.
Hay múltiples causas de uveítis entre las más frecuentes encontramos: las virales como son el herpes, las bacterianas como tuberculosis o sífilis, por hongos como Cándida, parasitos toxoplasma o toxocara, enfermedades autoinmune como artritis reumatoides o lupus, trastornos inflamatorios sistémicos y trauma ocular. Sin embargo en muchos casos la causa exacta nunca es encontrada.
El tratamiento depende de la causa y la localización, así como de su severidad en ocasiones pudiendo requerir incluso inmunosupresores sistémicos. Es común la falta de experiencia en el diagnóstico por médicos no oftalmólogos puede retrazar el inico del tratamiento correcto y dejar secuelas en la visión que en ocaciones podrían ser irreparables.